jueves, 3 de julio de 2008

29 AÑOS DEL TRIUNFO DE LA REVOLUCIÓN POPULAR SANDINISTA


EN 1979 EL FRENTE SANDINISTA PARA LA LIBERACIÓN NACIONAL DERROTABA POLÍTICA Y MILITARMENTE A LA DICTADURA DE ANASTASIO SOMOZA, UNO DE LOS DICTADORES MÁS CRUELES Y CORRUPTOS DE LA HISTORIA DE AMÉRICA LATINA. TANTO EN LA BASE COMO EN LA DIRECCIÓN NACIONAL DEL FRENTE CONVIVIAN MARXISTAS Y CRISTIANOS, FAVORECIENDO UNA ALIANZA RESISTIDA POR LOS PODEROSOS DEL MUNDO.

TAMBIÉN FORMARON PARTE DEL FRENTE SANDINISTA DESTACADOS RODRIGUISTAS, CUMPLIENDO IMPORTANTES ROLES EN LA ESA MAGNA LUCHA POR LA LIBERACIÓN NACIONAL NICARAGUENSE.LES INVITAMOS A UN HOMENAJE A ES@S COMBATIENTES SANDINISTAS, INCLUIDOS LOS CHILENOS QUE DIERON SU VIDA POR LA LIBERTAD DEL PUEBLO NICARAGUENSE

17 DE JULIO 19 HORAS

LIBERTAD 53 (ENTRE ERASMO ESCALA Y ROMERO, METRO ULA)


MANUEL CABALGA DE NUEVO

lunes, 2 de junio de 2008

Saludos a los 44 años de las FARC-EP



A 44 años de la fundación de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia – Ejercito del Pueblo. Rendimos un sentido saludos al Secretariado del Estado Mayor Central FARC-EP, a todos los militantes y combatientes de éste heroico contingente de luchadores latino americanos, que han mantenido en alto la esperanza de ciento de miles de desposeídos de todo la América morena.


Hace 44 años, en 1964 el Estado oligárquico conservador de Guillermo León con 16.000 soldados se lanza en ofensiva militar llamada "Plan Laso", en contra de 42 campesinos del Sur del Tolima, quienes osaron construir la República Independiente de Marquetalia.Esta es un muestra más de la opción guerrerista, en contra de la población civil, frente a la solución de las reivindicaciones económicas, sociales y políticas planteadas por los habitantes de esta zona.


Transcurrido 44 años, la confrontación militar hoy abarca la totalidad del territorio nacional, y es creciente la distancia de las clases sociales que se denunciaban. Hoy, el imperio norteamericano reacciona con mucha mayor violencia con la complicidad de los gobiernos lacayos como es el del narco-paramilitar de Álvaro Uribe instalando el terrorismo del plan Colombia y el plan patriota, como forma de aislar a los luchadores.
Las FARC­- EP lucha por la una Nueva Colombia, la Patria Grande y el Socialismo. MANUEL CABALGA hace suyo este planteamiento, ya que somos parte de esta patria y hacemos nuestro este objetivo: empapados en el espíritu de Simón Bolivar, tenemos el objetivo estratégico de construir el Socialismo en esta parte del mundo, acorde a nuestras realidades, a nuestra idiosincrasia, a nuestra historia. La complicidad de la prensa oficial, pretenden engañar a desconociendo los avances populares y militares de la FARC- EP.


El Estado colombiano, paramilitar y mafioso, de características fascistas, que se basa en la violencia social y económica, que ejerce la represión, el asesinato, la tortura y que califica de terrorista a los luchadores sociales y revolucionarios. Las FARC- EP mantiene la convicción de que la solución política y el canje humanitario de rehenes por las partes en conflicto, como forma de lograr el inicio del fin del conflicto armado, que tantas vidas ha costado. Pero no se confundan señores del poder, no se trata de lograr la paz de los sepulcros, sino del ejercicio pleno del poder popular, la soberanía del pueblo y la justicia social..


El 26 de marzo muere Manuel Marulanda, - tiro fijo- debido a un ataque al corazón, junto a su compañera y a sus hermanos de lucha. No hay tiempo de luto, ni de llanto debemos seguir su ejemplo de consecuencia y de lucha.


Manuel Cabalga Por la Patria Grande y el Socialismo!.
Manuel Cabalga con la memoria de Raúl Reyes y Manuel Marulanda, ejemplos de lucha inclaudicable.
Manuel Cabalga contra los oligarcas y por la liberación de los pueblos


COLECTIVO RODRIGUISTA
MANUEL CABALGA

viernes 30 de Mayo, 2008

miércoles, 14 de mayo de 2008

LA SOLEDAD DEL GUERRERO



Cuando el enemigo, te acecha, y te hace prisionero, arrojado a una celda oscura , separado del tumulto de la gente, en esa soledad infinita, estas solo. Sòlo tú y tus convicciones, tus principios, en resistencia. Afloran los recuerdos, de Juanita, de Maria, de Cecilia de los paseos por el parque. Pero te olvidas de José, de Pedro, del numero de teléfono, del punto de encuentro. El rico es pequeño, tan pequeño que necesita que lo alimenten. Tan parásito, que necesita que otros trabajen por el. Concentra tanta propiedad y riqueza, pero no es capaz de defenderla con sus propias manos, necesita que otros lo defiendan… Entonces el pequeño se hace grande, erige un poder inmenso que le llama Estado, ejército, policía, jueces, religión e instala su primera ley sagrada, el derecho a la propiedad privada. Los ideales te dice el rico, son para los soñadores, para los románticos. Ricos de mierda por qué no vienen a robar la cobardía que abunda en quienes se lamentan de la derrota, pero festejan las revoluciones a miles de kilómetros de nuestra patria. Cuan más lejanas suenan los estallidos de las bombas y los disparos más felices son. Pero si revienta un petardo a su lado, se espantan… no compañero las condiciones no están dadas… Las condiciones, siempre las condiciones. En su decálogo de la derrota hay diez mil razones para no luchar por la revolución en Chile y justificar su cobardía.


La soledad del guerrero la sentí más tarde cuando se dejó caer el peso de la derrota, vi quebrarse a tantos compañeros, unos se "fueron derrotados para la casa", otros se vendieron buscando el acomodo y otros se hicieron bandoleros. Es ahí donde entendí la palabra escrita con fuego, marcada con sangre, que se llama resistencia. Yo estoy prisionero por luchar, en cambio tú no conoces el significado de la palabra libertad no sabes cuan fresco es el aire que se respira en las tierras recuperadas a las forestales en territorio indómito mapuche. No conoces la libertad de un pueblo que se levanta en rebeldía. Como guerrero de la vida, de la luz y las esperanzas no abandonas las armas, ni pides perdón al tirano. Las guardas, las limpias, las aceitas, las ocultas en el barretín de la vida para que ningún allanador de sueños te las venga a requisar. Aunque revisen el sótano, el entretecho y el cielo entero… este Chile sigue en resistencia compañeros…


No encontraran los fierros que no se rinden, no encontraran las manos en alto en señal de rendición. No hay derrota que no se venza con cien focos de resistencia. No hay guerrero vencido, si resiste. Vitorean las revoluciones a miles de kilómetros y no ven como se incendian los bosques de las forestales en territorio indómito Mapuche. No ven las marchas de hambre, las huelgas y paros portuarios, no ven los cortes de ruta y las barricadas en llamas en la cuenca del carbón. Los tiros que salen de las armas de los pobres en las poblaciones en las asonadas populares. Por que no vienen a robarse las derrotas y se llevan a todos estos viejos cagones a sembrar el derrotismo a otros lugares. Chile con su exitismo exportador debería agregar una nueva línea: Exportamos viejos conversos expertos en derrotas y traiciones para apagar el incendio de las revoluciones. La soledad del guerrero es resistencia moral compañeros, porque a pesar de quedarnos en desventaja, yo, tú compañero de mil batallas, no nos rendimos. La soledad del guerrero está en tu rebeldía compañero.

RAÍCES DE LA RESISTENCIA AL NEOLIBERALISMO




Atilio Borón

ArgentinaAlai-amlatina

Es oportuno, en vísperas de un acontecimiento de la importancia del Foro Social de las Américas, y en una coyuntura internacional tan crítica como la actual, preguntarse acerca de la vitalidad y fortaleza de las fuerzas sociales que resisten la imposición del proyecto neoliberal, el momento de su aparición y las formas organizativas bajo las cuales lo hacen. Las razones de la irrupción de nuevos sujetos políticos son múltiples y complejas, pero existen algunas que se reiteran a lo largo y lo ancho de América Latina y que, por eso mismo, conviene destacar.


El fracaso del neoliberalismo


Después de casi treinta años de cruentos ensayos, iniciados en el Chile de la sangre todavía caliente de Salvador Allende en 1973, continuado luego por la dictadura genocida establecida en la Argentina en 1976 con el objeto de instaurar el predominio del capital financiero y diseminado posteriormente como una pestilencia medieval por todo el Tercer Mundo, el veredicto de la experiencia histórica es inapelable: 1 el neoliberalismo ha demostrado ser incapaz de promover el crecimiento económico, y en este sentido su desempeño ha resultado ser, tomando un período suficientemente largo, uno de los fiascos más estruendosos de la historia económica del siglo veinte, con tasas de crecimiento muy inferiores a las de los períodos que le precedieron;2 el neoliberalismo ha fracasado de manera aún más rotunda en redistribuir los ingresos y las rentas, pese a las reiteradas promesas en contrario, ahora silenciosamente archivadas, de las argumentaciones basadas en la "teoría del derrame," esa engañifa que pretendió pasar por una verdad revelada. No hubo tal cosa: los ricos se enriquecieron cada vez más al paso que la gran masa de la población se sumergía más profundamente en la pobreza;3 al dar rienda suelta a las tendencias predatorias de los mercados el neoliberalismo provocó notables fracturas de todo tipo al instituir un verdadero "apartheid" económico y social que destruyó casi irreparablemente la trama de nuestras sociedades y debilitó hasta límites casi desconocidos la legitimidad del estado democrático trabajosamente instaurado en los años ochenta del siglo pasado.


Este triple fracaso del neoliberalismo potenció las contradicciones desencadenadas por la crisis del modelo de acumulación establecido en los años de la posguerra al imponer como estrategia de salida de la misma las políticas de "ajuste y estabilización" impulsadas por el Consenso de Washington y cuyos resultados están a la vista. Todo este cuadro no podía sino tener consecuencias bien significativas en lo relativo a la constitución de nuevos sujetos políticos, por cuanto:a) precipitó el surgimiento de nuevos actores sociales que modificaron de manera notable el paisaje sociopolítico de varios países. El caso de los piqueteros en la Argentina; o los pequeños agricultores endeudados de México, nucleados en "El campo no aguanta más," arrojados a la protesta social por el despojo y la exclusión económica y social a que los someten las políticas neoliberales son de los más conocidos. Habría que agregar también en esta categoría a los jóvenes privados de futuro por un modelo económico que los condena y a toda una variedad de organizaciones de inspiración identitaria —de etnia, género, opción sexual, lengua, etcétera— y los movimientos "alterglobalización" (sobre los cuales volveremos después) hastiados de la mercantilización de lo social y las políticas de supresión de las diferencias promovidas por el neoliberalismo;b) acrecentó la gravitación de otras fuerzas sociales y políticas ya existentes pero que, hasta ese momento, carecían de una proyección nacional debido a los insuficientes niveles de movilización y organización que las caracterizaban y a las dificultades para instalar sobre el terreno de la política nacional sus formatos organizativos, tácticas de lucha y reivindicaciones históricas. En una enumeración que no pretende ser exhaustiva señalaríamos el caso de los campesinos en Brasil y México, o el de los pueblos originarios en Ecuador, Bolivia y partes de México y Mesoamérica;c) atrajo a las filas de la contestación al neoliberalismo a grupos y sectores sociales intermedios, las llamadas "clases medias", a causa de sus impactos pauperizadores y excluyentes o, como en el caso argentino, por la lisa y llana expropiación de sus ahorros sufrida por estos grupos a mano de los grandes bancos y con la complicidad del gobierno. Los "caceroleros" argentinos son un ejemplo muy concreto, pero también lo son los médicos y trabajadores de la salud en El Salvador; o los grupos movilizados por la "Guerra del agua" en Cochabamba; o la resistencia a las políticas privatizadoras del gobierno peruano en Arequipa.


Los infranqueables límites de los "capitalismos democráticos"


En segundo término es preciso decir que el surgimiento de estas nuevas expresiones de resistencia al neoliberalismo se relaciona íntimamente con el fracaso de los "capitalismos democráticos" en la región. Aclaremos que preferimos utilizar esta expresión en lugar de las más usuales como "democracias capitalistas" o "democracias burguesas" porque, tal como lo demostráramos en otra parte, estas acepciones más corrientes ofrecen una imagen distorsionada de la realidad política y social de los estados de la región al sugerir que en ellos lo esencial es su componente democrático siendo lo "capitalista," o lo "burgués," meros aditamentos adjetivos a un orden político que fundamentalmente democrático cuando la realidad enseña exactamente lo contrario. Baste con señalar que la frustración generada por el desempeño de los regímenes llamados democráticos en esta parte del mundo ha sido intensa, profunda y prolongada.(1)Fue de la mano de estas peculiares "democracias", que florecieron en la región a partir de los años ochenta, que las condiciones sociales empeoraron dramáticamente. Mientras que en otras latitudes el capitalismo democrático aparecía como promotor del bienestar material y cautelosamente tolerante ante las reivindicaciones igualitaristas que proponía el movimiento popular —e insistamos en eso de que aparecía porque, en realidad, tales resultados eran consecuencia de las luchas sociales de las clases subalternas en contra de los capitalistas– en América Latina la democracia trajo bajo el brazo políticas de ajuste y estabilización, precarización laboral, altas tasas de desocupación, aumento vertiginoso de la pobreza, vulnerabilidad externa, endeudamiento desenfrenado y extranjerización de nuestras economías. Democracias pues vacías de todo contenido, reducidas —como recordaba Fernando H. Cardoso antes de ser presidente del Brasil— a una mueca sin gusto ni rabia incapaz "de eliminar el olor de farsa de la política democrática", causado por la incapacidad de ese régimen político para introducir reformas de fondo en el sistema productivo y "en las formas de distribución y apropiación de las riquezas."(2)Tal como lo planteáramos en Tras el Búho de Minerva, nuestra región apenas si ha conocido el grado más bajo en la escala de desarrollo democrático posible dentro de los estrechos márgenes de maniobra que permite la estructura de la sociedad capitalista. Democracias meramente electorales, es decir, regímenes políticos sustantivamente oligárquicos, controlados por el gran capital con total independencia de los partidos gobernantes que asumen las tareas de gestión en nombre de aquél, pero en donde el pueblo es convocado cada cuatro o cinco años a elegir quién o quiénes serán los encargados de sojuzgarlo. Con democracias de este tipo no es casual que, al cabo de reiteradas frustraciones, se produzca el renacimiento de fuerzas sociales de izquierda y el avance de los movimientos que resisten a la globalización neoliberal.


La problemática de la organización


En tercer lugar habría que decir que este proceso ha sido también alimentado por la crisis que se ha abatido sobre los formatos tradicionales de representación política. Pocas dudas caben que la nueva morfología de la protesta social en nuestra región es un síntoma de la decadencia de los grandes partidos populistas y de izquierda, de los viejos modelos de organización sindical y de las formas tradicionales de lucha política y social. Decadencia que, sin duda, se explica por las transformaciones ocurridas en la "base social" típica de esos formatos organizativos debido a: (1) la creciente heterogeneidad del "universo asalariado"; (2) la declinante gravitación cuantitativa del proletariado industrial en el conjunto de las clases subalternas; (3) la aparición de un voluminoso "subproletariado" —denominado "pobretariado" por Frei Betto— que incluye a un vasto conjunto de desocupados permanentes, trabajadores ocasionales, precarizados e informales, cuentapropistas de subsistencia (¡los futuros "empresarios schumpeterianos", en la delirante visión del teórico neoliberal peruano Hernando de Soto) y toda una vasta masa marginal a la que el capitalismo ha declarado como "redundante" e "inexplotable." Esto, en una sociedad como la capitalista que se asienta sobre la relación salarial, significa que esas masas ya no tienen derecho a vivir. De ahí que con sus políticas y sus criminales de "cuello blanco" y con estudios doctorales de economía en los Estados Unidos el neoliberalismo practique una silenciosa pero efectiva eutanasia de los pobres en América Latina, África y Asia.La decadencia de los formatos tradicionales de organización se relaciona, como si lo anterior no fuera poco, con la explosión de múltiples identidades (étnicas, lingüísticas, de género, de opción sexual, etc.) que redefinen hacia la baja la relevancia de las tradicionales variables clasistas. Si a esta enumeración le añadimos la inadecuación de los partidos políticos y los sindicatos para descifrar correctamente las claves de nuestro tiempo, la esclerosis de sus estructuras y prácticas organizativas (no en todos los casos igual, pero sí predominantemente), y el anacronismo de sus discursos y estrategias comunicacionales, se comprenderán muy fácilmente por un lado las razones por las cuales estos entraron en crisis y, por el otro, las que explican la emergencia de nuevas formas de lucha y movimientos de protesta social. Unas y otros son también síntomas elocuentes de la progresiva irrelevancia de las llamadas instituciones representativas para canalizar las aspiraciones ciudadanas, lo que a su vez explica, al menos en parte, el visceral — ¡y suicida! — rechazo de las fuerzas sociales emergentes a enfrentar seriamente la problemática de la organización que tantos debates originara a comienzos del siglo veinte en el movimiento obrero, y el creciente atractivo que sobre dichos sujetos ejerce la "acción directa". Tal como lo demuestra contundentemente la experiencia argentina es de la mayor importancia abrir una discusión que permita dilucidar las razones por las cuales un vigoroso movimiento popular pudo poner fin a un gobierno, el de la Alianza presidido por Fernando de la Rúa, pero no pudo poner fin al ensayo neoliberal. Lo mismo aconteció en Ecuador y, más recientemente, en octubre del 2003, en Bolivia. Esta asignatura está aún pendiente en los movimientos populares de América Latina.


Globalización de las luchas


Un cuarto y último factor, en una lista que no intenta ser exhaustiva, que explica la emergencia de nuevas fuerzas sociales es la globalización de las luchas en contra del neoliberalismo. Estas comenzaron y se difundieron rápidamente por todo el orbe a partir de iniciativas que no surgieron ni de partidos ni de sindicatos ni, menos todavía, se generaron en la "escena política oficial". En el caso latinoamericano el papel estelar lo cumplió el zapatismo, al emerger de la Selva Lacandona el 1º de enero de 1994 y declarar la guerra al neoliberalismo. La incansable labor del MST en Brasil, otra organización no tradicional, amplificó considerablemente el impacto de los zapatistas. Luego, en una verdadera avalancha, se sucedieron grandes movilizaciones de campesinos e indígenas en Bolivia, Ecuador, Perú y en algunas regiones de Colombia y Chile.Las luchas de los piqueteros argentinos, lanzadas como respuesta a las privatizaciones del menemismo, son de la misma época y se inscriben en la misma tendencia general. Los acontecimientos de Seattle y otros similares escenificados en Washington, Nueva York, París, Génova, Gotemburgo y otras grandes ciudades del mundo desarrollado le dieron a la protesta en contra del Consenso de Washington una impronta universal, ratificada año tras año por los impresionantes progresos experimentados por la convocatoria del Foro Social Mundial de Porto Alegre. Se produjo así una especie de "efecto dominó" que, sin lugar a dudas y contrariando una teorización muy difundida en nuestro tiempo, la de Hardt y Negri en Imperio, reveló la comunicación existente entre las luchas sociales y procesos políticos puestos en juego en los más apartados rincones del planeta.


El neoliberalismo armado


Dada la proliferación y la fortaleza de los movimientos contrarios al neoliberalismo no sorprende su explícita transformación en una doctrina y una práctica fuertemente autoritarias. A medida que sus políticas tropezaban con una creciente resistencia popular tanto en los capitalismos metropolitanos como en la periferia el neoliberalismo fue progresivamente abandonando su fachada falsamente democrática y demostró que en el fondo no era otra cosa que un proyecto reaccionario y autoritario de contrarreformas que pretendía disimularse en la supuesta racionalidad y anonimato del mercado. En este proceso involutivo podemos distinguir tres etapas: una primera, anterior a los acontecimientos de Seattle, en noviembre de 1999, en la cual el neoliberalismo se empeñaba en mostrar su "rostro humano" y en exhibirse como el portador de la sensatez técnica en el manejo de las complejas cuestiones económicas. Luego del trauma de Seattle el neoliberalismo elabora estrategias defensivas y comienza a desarrollar un discurso y una práctica orientados a la militarización de la política y a la criminalización de la protesta social. Huelga aclarar que estas directivas provenían de Washington y eran transmitidas a través de una densa red de mediaciones que las presentaban no como una estrategia en contra de la protesta social, sino como parte de un plan socialmente más ambiguo diseñado para combatir al narcotráfico y las insurgencias guerrilleras de la región.La etapa posterior, la tercera, está marcada por el evento traumático del ataque a las Torres Gemelas de Nueva York y al Pentágono y comienza, para ser muy estrictos, con el anuncio de la nueva doctrina estratégica norteamericana en septiembre de 2002, en donde se afirma el principio de la "guerra preventiva" y se clausura en los hechos la posibilidad de un orden internacional plural a partir del principio de que, en palabras del presidente George W. Bush Jr., "esta es una guerra entre el bien y el mal, y Dios no es neutral." En esta interpretación Dios, naturalmente, está del lado de los mercados y la democracia liberal al estilo norteamericano. Quienes no comprendan una verdad tan elemental como ésta, un axioma que no requiere de prueba alguna, solo pueden ser personeros del mal a los cuales se les debe tratar sin ninguna clase de contemplaciones. Su mera existencia como seres humanos poseedores de derechos inalienables se desvanece, ante los ojos de los imperialistas de hoy, de la misma manera como lo hiciera la humanidad de los pueblos originarios de América Latina ante la llegada de los conquistadores ibéricos.La satanización de los críticos de la globalización neoliberal, unida al vertiginoso endurecimiento del clima ideológico y político nacional e internacional, provocó en los meses inmediatamente posteriores a los acontecimientos del 11 de septiembre del 2001 un importante reflujo en las movilizaciones y las protestas que se venían produciendo con un ritmo cada vez más intenso en numerosos países. No obstante ello, pocos meses después la ofensiva de los movimientos sociales contrarios a la globalización neoliberal recuperó su dinámica expansiva, que se ha sostenido hasta la actualidad. Es que tales protestas nada tienen de coyuntural, sino que son indicativas de una condición estructural de esta nueva fase del desarrollo capitalista, en la cual la proporción de excluidos sin ninguna posibilidad de reintegrarse al mercado de trabajo crece sin cesar. En ese sentido, la exitosa realización del Foro Social Mundial de Porto Alegre a comienzos del 2002, cuando aún no se terminaban de remover los escombros de las Torres Gemelas de Nueva York, fue de alguna manera el síntoma de una irresistible recuperación, que se ratificaría después en numerosas ciudades de las Américas y Europa, para encontrar su apogeo en las gigantescas demostraciones de Génova y poco después en Florencia, durante la realización del Foro Social Europeo en noviembre del 2002.Por otra parte, las formidables manifestaciones contrarias a la guerra de Iraq y muy particularmente las que tuvieron lugar en las principales ciudades del mundo el 15 de febrero del 2003 en la Jornada de Protesta Global contra la Guerra promovida desde el Tercer Foro Social Mundial de Porto Alegre, que convocaron en ciudades como Londres, Roma, Madrid, Barcelona, París y Berlín, entre tantas otras, a la más grande cantidad de personas jamás vista ratificaron este ascenso de la lucha de masas contra el neoliberalismo y la agresión imperialista. La exitosa realización del IV Foro Social Mundial en Mumbay, en febrero del 2004, y la revitalización de las luchas contra el ALCA en toda América Latina son otras tantas señales de que pese a su creciente despliegue represivo las clases dominantes no logran detener a las fuerzas sociales contestatarias.En este marco no puede sorprender la renovada agresividad del imperialismo y sus aliados locales, evidenciada en Afganistán e Iraq y también por su incondicional apoyo al fascista Sharon en Israel y a cuanto gobierno reaccionario exista en el mundo. Violencia que se manifiesta, en América Latina, por la escalada de agresiones y hostigamientos contra Cuba y Venezuela, y contra cualquier gobierno que en América Latina insinúe tímidas críticas a los intereses dominantes. El neoliberalismo, despojado de todas sus artificiosas justificaciones morales, se presenta ahora desnudo, fuertemente armado y dispuesto a todo. Ante esto sería bueno que los movimientos sociales latinoamericanos y, sobre todo, las siempre titubeantes buenas almas progresistas, recordasen la sentencia que el Dante inscribiera en la entrada del Séptimo Círculo del Infierno: "este lugar, el más horrendo y ardiente del infierno, está reservado para aquellos que en tiempos de crisis moral optaron por la neutralidad."


Notas


1) Atilio A. Borón Tras el Búho de Minerva. Mercado contra democracia en el capitalismo de fin de siglo (Buenos Aires: Fondo de Cultura Económica, 2000), pp. 149-184.


2) Fernando Henrique Cardoso, "La democracia en América Latina", en Punto de Vista (Buenos Aires), Nº 23, Abril de 1985.

El socialismo y el hombre en Cuba


Estimado compañero. Acabo estas notas en viaje por el África, animado del deseo de cumplir, aunque tardíamente, mi promesa. Quisiera hacerlo tratando el tema del título. Creo que pudiera ser interesante para los lectores uruguayos.

Es común escuchar de boca de los voceros capitalistas, como un argumento en la lucha ideológica contra el socialismo, la afirmación de que este sistema social o el período de construcción del socialismo al que estamos nosotros abocados, se caracteriza por la abolición del individuo en aras del Estado. No pretenderé refutar esta afirmación sobre una base meramente teórica, sino establecer los hechos tal cual se viven en Cuba y agregar comentarios de índole general. Primero esbozaré a grandes rasgos la historia de nuestra lucha revolucionaria antes y después de la toma del poder.
Como es sabido, la fecha precisa en que se iniciaron las acciones revolucionarias que culminaron el primero de enero de 1959, fue el 26 de julio de 1953. Un grupo de hombres dirigidos por Fidel Castro atacó la madrugada de ese día el cuartel de Moncada, en la provincia de Oriente. El ataque fue un fracaso, el fracaso se transformó en desastre y los sobrevivientes fueron a parar a la cárcel, para reiniciar, luego de ser amnistiados, la lucha revolucionaria.

Durante este proceso, en el cual solamente existían gérmenes de socialismo, el hombre era un factor fundamental. En él se confiaba, individualizado, específico, con nombre y apellido, y de su capacidad de acción dependía el triunfo o el fracaso del hecho encomendado.
Llegó la etapa de la lucha guerrillera. Esta se desarrolló en dos ambientes distintos: el pueblo, masa todavía dormida a quien había que movilizar y su vanguardia, la guerrilla, motor impulsor de la movilización, generador de conciencia revolucionaria y de entusiasmo combativo. Fue esta vanguardia el agente catalizador, el que creó las condiciones subjetivas necesarias para la victoria. También en ella, en el marco del proceso de proletarización de nuestro pensamiento, de la revolución que se operaba en nuestros hábitos, en nuestras mentes, el individuo fue el factor fundamental. Cada uno de los combatientes de la Sierra Maestra que alcanzara algún grado superior en las fuerzas revolucionarias, tiene una historia de hechos notables en su haber. En base a éstos lograba sus grados.

Fue la primera época heroica, en la cual se disputaban para lograr un cargo de mayor responsabilidad, de mayor peligro, sin otra satisfacción que el cumplimiento del deber. En nuestro trabajo de educación revolucionaria, volvemos a menudo sobre este tema aleccionador. En la actitud de nuestros combatientes se vislumbraba al hombre del futuro.
En otras oportunidades de nuestra historia se repitió el hecho de la entrega total a la causa revolucionaria. Durante la Crisis de Octubre o en los días del ciclón Flora, vimos actos de valor y sacrificio excepcionales realizados por todo un pueblo. Encontrar la fórmula para perpetuar en la vida cotidiana esa actitud heroica, es una de nuestras tareas fundamentales desde el punto de vista ideológico.

En enero de 1959 se estableció el Gobierno Revolucionario con la participación en él de varios miembros de la burguesía entreguista. La presencia del Ejército Rebelde constituía la garantía de poder, como factor fundamental de fuerza.
Se produjeron enseguida contradicciones serias, resueltas, en primera instancia, en febrero del 59, cuando Fidel Castro asumió la jefatura de Gobierno con el cargo de Primer Ministro. Culminaba el proceso en julio del mismo año, al renunciar el presidente Urrutia ante la presión de las masas.

Aparecía en la historia de la Revolución cubana, ahora con caracteres nítidos, un personaje que se repetirá sistemáticamente: la masa. Este ente multifacético no es, como se pretende, la suma de elementos de la misma categoría (reducidos a la misma categoría, además, por el sistema impuesto), que actúa como un manso rebaño. Es verdad que sigue sin vacilar a sus dirigentes, fundamentalmente a Fidel Castro, pero el grado en que él ha ganado esa confianza responde precisamente a la interpretación cabal de los deseos del pueblo, de sus aspiraciones, y a la lucha sincera por el cumplimiento de las promesas hechas.

La masa participó en la Reforma Agraria y en el difícil empeño de la administración de las empresas estatales; pasó por la experiencia heroica de Playa Girón; se forjó en las luchas contra las distintas bandas de bandidos armadas por la CIA; vivió una de las definiciones más importantes de los tiempos modernos en la Crisis de Octubre y sigue hoy trabajando en la construcción del socialismo.
Vistas las cosas desde un punto de vista superficial, pudiera parecer que tienen razón aquéllos que hablan de la supeditación del individuo al Estado, la masa realiza con entusiasmo y disciplina sin iguales las tareas que el gobierno fija, ya sean de índole económica, cultural, de defensa, deportiva, &c. La iniciativa parte en general de Fidel o del alto mando de la Revolución y es explicada al pueblo que la toma como suya. Otras veces, experiencias locales se toman por el Partido y el Gobierno para hacerlas generales, siguiendo el mismo procedimiento.

Sin embargo, el Estado se equivoca a veces. Cuando una de esas equivocaciones se produce, se nota una disminución del entusiasmo colectivo por efectos de una disminución cuantitativa de cada uno de los elementos que la forman, y el trabajo se paraliza hasta quedar reducido a magnitudes insignificantes; es el instante de rectificar. Así sucedió en marzo de 1962 ante la política sectaria impuesta al Partido por Aníbal Escalante.
Es evidente que el mecanismo no basta para asegurar una sucesión de medidas sensatas y que falta una conexión más estructurada con la masa. Debemos mejorarla durante el curso de los próximos años pero, en el caso de las iniciativas surgidas en los estratos superiores del Gobierno utilizamos por ahora el método casi intuitivo de auscultar las reacciones generales frente a los problemas planteados.

Maestro en ello es Fidel, cuyo particular modo de integración con el pueblo sólo puede apreciarse viéndolo actuar. En las grandes concentraciones públicas se observa algo así como el diálogo de dos diapasones cuyas vibraciones provocan otras nuevas en el interlocutor. Fidel y la masa comienzan a vibrar en un diálogo de intensidad creciente hasta alcanzar el clímax en un final abrupto, coronado por nuestro grito de lucha y de victoria.
Lo difícil de entender, para quien no viva la experiencia de la Revolución, es esa estrecha unidad dialéctica existente entre el individuo y la masa, donde ambos se interrelacionan y, a su vez, la masa, como conjunto de individuos, se interrelaciona con los dirigentes.

En el capitalismo se pueden ver algunos fenómenos de este tipo cuando aparecen políticos capaces de lograr la movilización popular, pero si no se trata de un auténtico movimiento social, en cuyo caso no es plenamente lícito hablar de capitalismo, el movimiento vivirá lo que la vida de quien lo impulse o hasta el fin de las ilusiones populares, impuesto por el rigor de la sociedad capitalista. En ésta, el hombre está dirigido por un frío ordenamiento que, habitualmente, escapa al dominio de su comprensión. El ejemplar humano, enajenado, tiene un invisible cordón umbilical que le liga a la sociedad en su conjunto: la ley del valor. Ella actúa en todos los aspectos de su vida, va modelando su camino y su destino.

Las leyes del capitalismo, invisibles para el común de las gentes y ciegas, actúan sobre el individuo sin que éste se percate. Solo ve la amplitud de un horizonte que aparece infinito. Así lo presenta la propaganda capitalista que pretende extraer del caso Rockefeller -verídico o no-, una lección sobre las posibilidades de éxito. La miseria que es necesario acumular para que surja un ejemplo así y la suma de ruindades que conlleva una fortuna de esa magnitud, no aparecen en el cuadro y no siempre es posible a las fuerzas populares aclarar estos conceptos. (Cabría aquí la disquisición sobre cómo en los países imperialistas los obreros van perdiendo su espíritu internacional de clase al influjo de una cierta complicidad en la explotación de los países dependientes y cómo este hecho, al mismo tiempo, lima el espíritu de lucha de las masas en el propio país, pero ése es un tema que sale de la intención de estas notas.)

De todos modos, se muestra el camino con escollos que, aparentemente, un individuo con las cualidades necesarias puede superar para llegar a la meta. El premio se avizora en la lejanía; el camino es solitario. Además, es una carrera de lobos: solamente se puede llegar sobre el fracaso de otros. Intentaré, ahora, definir al individuo, actor de ese extraño y apasionante drama que es la construcción del socialismo, en su doble existencia de ser único y miembro de la comunidad.
Creo que lo más sencillo es reconocer su cualidad de no hecho, de producto no acabado. Las taras del pasado se trasladan al presente en la conciencia individual y hay que hacer un trabajo continuo para erradicarlas.

El proceso es doble, por un lado actúa la sociedad con su educación directa e indirecta, por otro, el individuo se somete a un proceso consciente de autoeducación. La nueva sociedad en formación tiene que competir muy duramente con el pasado. Esto se hace sentir no sólo en la conciencia individual en la que pesan los residuos de una educación sistemáticamente orientada al aislamiento del individuo, sino también por el carácter mismo de este período de transición con persistencia de las relaciones mercantiles. La mercancía es la célula económica de la sociedad capitalista; mientras exista, sus efectos se harán sentir en la organización de la producción y, por ende, en la conciencia.

En el esquema de Marx se concebía el período de transición como resultado de la transformación explosiva del sistema capitalista destrozado por sus contradicciones; en la realidad posterior se ha visto cómo se desgajan del árbol imperialista algunos países que constituyen las ramas débiles, fenómeno previsto por Lenin. En éstos, el capitalismo se ha desarrollado lo suficiente como para hacer sentir sus efectos, de un modo u otro, sobre el pueblo, pero no son sus propias contradicciones las que, agotadas todas las posibilidades, hacen saltar el sistema. La lucha de liberación contra un opresor externo, la miseria provocada por accidentes extraños, como la guerra, cuyas consecuencias hacen recaer las clases privilegiadas sobre los explotados, los movimientos de liberación destinados a derrocar regímenes neocoloniales, son los factores habituales de desencadenamiento. La acción consciente hace el resto.

En estos países no se ha producido todavía una educación completa para el trabajo social y la riqueza dista de estar al alcance de las masas mediante el simple proceso de apropiación. El subdesarrollo por un lado y la habitual fuga de capitales hacia países «civilizados» por otro, hacen imposible un cambio rápido y sin sacrificios. Resta un gran tramo a recorrer en la construcción de la base económica y la tentación de seguir los caminos trillados del interés material, como palanca impulsora de un desarrollo acelerado, es muy grande.
Se corre el peligro de que los árboles impidan ver el bosque. Persiguiendo la quimera de realizar el socialismo con la ayuda de las armas melladas que nos legara el capitalismo (la mercancía como célula económica, la rentabilidad, el interés material individual como palanca, &c.), se puede llegar a un callejón sin salida. Y se arriba allí tras recorrer una larga distancia en la que los caminos se entrecruzan muchas veces y donde es difícil percibir el momento en que se equivocó la ruta. Entre tanto, la base económica adaptada ha hecho su trabajo de zapa sobre el desarrollo de la conciencia.


Para construir el comunismo, simultáneamente con la base material hay que hacer al hombre nuevo.De allí que sea tan importante elegir correctamente el instrumento de movilización de las masas. Ese instrumento debe ser de índole moral, fundamentalmente, sin olvidar una correcta utilización del estímulo material, sobre todo de naturaleza social.

Como ya dije, en momentos de peligro extremo es fácil potenciar los estímulos morales; para mantener su vigencia, es necesario el desarrollo de una conciencia en la que los valores adquieran categorías nuevas. La sociedad en su conjunto debe convertirse en una gigantesca escuela.
Las grandes líneas del fenómeno son similares al proceso de formación de la conciencia capitalista en su primera época. El capitalismo recurre a la fuerza, pero, además, educa a la gente en el sistema. La propaganda directa se realiza por los encargados de explicar la ineluctabilidad de un régimen de clase, ya sea de origen divino o por imposición de la naturaleza como ente mecánico. Esto aplaca a las masas que se ven oprimidas por un mal contra el cual no es posible la lucha.
A continuación viene la esperanza, y en esto se diferencia de los anteriores regímenes de casta que no daban salida posible. Para algunos continuará vigente todavía la fórmula de casta: el premio a los obedientes consiste en el arribo, después de la muerte, a otros mundos maravillosos donde los buenos son premiados, con lo que se sigue la vieja tradición. Para otros, la innovación; la separación en clases es fatal, pero los individuos pueden salir de aquella a que pertenecen mediante el trabajo, la iniciativa, &c. Este proceso, y el de autoeducación para el triunfo, deben ser profundamente hipócritas: es la demostración interesada de que una mentira es verdad.

En nuestro caso, la educación directa adquiere una importancia mucho mayor. La explicación es convincente porque es verdadera; no precisa de subterfugios. Se ejerce a través del aparato educativo del Estado en función de la cultura general, técnica e ideológica, por medio de organismos tales como el Ministerio de Educación y el aparato de divulgación del Partido. La educación prende en las masas y la nueva actitud preconizada tiende a convertirse en hábito; la masa la va haciendo suya y presiona a quienes no se han educado todavía. Esta es la forma indirecta de educar a las masas, tan poderosa como aquella otra.

Pero el proceso es consciente; el individuo recibe continuamente el impacto del nuevo poder social y percibe que no está completamente adecuado a él. Bajo el influjo de la presión que supone la educación indirecta, trata de acomodarse a una situación que siente justa y cuya propia falta de desarrollo le ha impedido hacerlo hasta ahora. Se autoeduca. En este período de construcción del socialismo podemos ver el hombre nuevo que va naciendo. Su imagen no está todavía acabada; no podría estarlo nunca ya que el proceso marcha paralelo al desarrollo de formas económicas nuevas. Descontando aquellos cuya falta de educación los hace tender el camino solitario, a la autosatisfacción de sus ambiciones, los hay que aun dentro de este nuevo panorama de marcha conjunta, tienen tendencia a caminar aislados de la masa que acompañan.


Lo importante es que los hombres van adquiriendo cada día más conciencia de la necesidad de su incorporación a la sociedad y, al mismo tiempo, de su importancia como motores de la misma. Ya no marchan completamente solos, por veredas extraviadas, hacia lejanos anhelos. Siguen a su vanguardia, constituida por el Partido, por los obreros de avanzada, por los hombres de avanzada que caminan ligados a las masas y en estrecha comunión con el.


Che

1965

¿PODER POPULAR O DEMAGOGIA ELECTORERA?




EL TÉRMINO "PODER POPULAR" ADQUIRIÓ ALGUNA RELEVANCIA BAJO EL GOBIERNO DE SALVADOR ALLENDE. ANTERIORMENTE EL PUEBLO ERA LA CLIENTELA POLÍTICA A CAPTURAR, JAMÁS EJERCIENDO EL PODER DE MANERA INDEPENDIENTE Y DESDE ABAJO. EL PROGRAMA DE LA UNIDAD POPULAR ENTENDÍA EL "PODER POPULAR" COMO COMITÉS ELECTORALES PARA EL TRIUNFO DE ALLENDE EN LA ELECCIÓN PRESIDENCIAL DE 1970 K POSTERIORMENTE SE ENCARGARÍAN DE MOVILIZAR Y FORMAR POLÍTICAMENTE A LOS TRABAJADORES. ESTOS COMITÉS SE LLAMARON "COMITÉS DE UNIDAD POPULAR" (CUP) Y SÓLO TUVIERON VIDA HASTA LA ELECCIÓN DE ALLENDE COMO PRESIDENTE. DESAPARECIERON A CAUSA DE SU PROPIA RAZÓN DE SER:SÓLO ÚTILES PARA LA CONTIENDA ELECTORAL.

LA VERDADERA EXPERIENCIA TIPO GERMEN DE PODER POPULAR LO CONSTITUIRÁN LOS "CORDONES INDUSTRIALES" Y LOS "COMITÉS COMUNALES". AMBAS EXPERIENCIAS FUERON CAPACES DE ORGANIZAR AL PUEBLO MÁS ALLÁ DE LAS MILITANCIAS Y SUPUESTAS SIMPATÍAS POLÍTICAS CON CIERTO SECTOR DE LA UP O CON EL MIR. ALLÍ SE FUE EJERCIENDO PODER DESDE LA BASE, ACELERANDO EL PROCESO, RECHAZANDO LAS DUDAS Y RETROCESOS DEL GOBIERNO DE SALVADOR ALLENDE ANTE EL AVANCE DEL FASCISMO (PARTIDO NACIONAL (HOY RN-UDI); PARTIDO DEMÓCRATA CRISTIANO; SECTORES DEL PARTIDO RADICAL QUE GIRARON HACIA LA DERECHA) K SE HABÍA PROPUESTO NO SÓLO IMPEDIR LA REALIZACIÓN DEL PROGRAMA DE LA UNIDAD POPULAR, SINO QUE, DERECHAMENTE DERROCAR POR LA FUERZA AL GOBIERNO DE SALVADOR ALLENDE Y APLASTAR A LOS REVOLUCIONARIOS.PREVIO AL GOLPE UNA LEY APROBADA POR EL CONGRESO (CONTROLADO POR EL SECTOR FASCISTA PN-PDC) APUNTÓ A ALLANAR FÁBRICAS Y POBLACIONES "CALLAMPAS" EN BUSCA DE ARMAS....EL PASO NECESARIO PARA DAR CURSO AL GOLPE DE ESTADO EN MARCHA. YA EN ESE MOMENTO, EN LA MIRA DE LOS GOLPISTAS ESTABA EL GERMEN DE PODER POPULAR QUE ERAN LOS CORDONES INDUSTRIALES Y LOS COMANDOS COMUNALES.DIGÁMOSLO CON TODAS LAS LETRAS: EN SU MOMENTO EL PARTIDO COMUNISTA Y LOS SECTORES SOCIALDEMÓCRATAS DE LA UP VEÍAN CON MALOS OJOS ESTAS EXPRESIONES DE PODER POPULAR.

PARA ELLOS (SECTOR SOCIALDEMÓCRATA DE LA UP) Y, EN PALABRAS DEL PROPIO SALVADOR ALLENDE, EL PODER POPULAR SE CONSOLIDABA CUANDO LOS SINDICATOS SE VOLVÍAN MÁS POTENTES, "VOLVIÉNDOLOS CONSCIENTES DE QUE CONSTITUYEN UNO DE LOS PILARES FUNDAMENTALES DEL GOBIERNO...QUEREMOS QUE CADA TRABAJADOR COMPRENDA QUE LA TEORÍA REVOLUCIONARIA ESTABLECE QUE NO SE DESTRUYE ABSOLUTAMENTE Y TOTALMENTE UN RÉGIMEN O UN SISTEMA PARA CONSTRUIR OTRO; SE TOMA LO POSITIVO PARA SUPERARLO, PARA UTILIZAR ESAS CONQUISTAS Y AMPLIARLAS.ES CONVENIENTE QUE ESO SE ENTIENDA Y SE ADENTRE EN LA CONCIENCIA DE CADA UNO DE USTEDES" ESTA VISIÓN RESPONDÍA A UNA DESCONFIANZA ARRAIGADA EN LA IZQUIERDA TRADICIONAL DE VER EN LA ORGANIZACIÓN Y LUCHA INDEPENDIENTE DEL PUEBLO POR SUS DERECHOS, POR SUS FORMAS DE CONVIVENCIA SOCIAL, POR LA TRANSFORMACIÓN REVOLUCIONARIA DE LAS RELACIONES DE PODER. PARA LA IZQUIERDA TRADICIONAL SE PODÍA VER AHÍ UN GÉRMEN DE "INFANTILISMO DE IZQUIERDA", EXPRESIÓN TOMADA FUERA DE CONTEXTO DE LA TRADICIÓN MARXISTA-LENINISTA. ESTA CONTRADICCIÓN QUE AFECTÓ EN SU MOMENTO A LA UNIDAD POPULAR: ENTRE AQUELLOS PARTIDARIOS DEL GRADUALISMO SOCIALDEMÓCRATA DESDE ARRIBA Y LOS PARTIDARIOS DE LA REVOLUCIÓN CONSTRUIDA DESDE ABAJO SE PROYECTÓ A LA LUCHA ANTIDICTATORIAL DE A FINES DE LOS AÑOS SETENTA Y LA DÉCADA DE LOS AÑOS OCHENTA.

ESTOS SECTORES DE LA LLAMADA "IZQUIERDA MADURA", SON LOS MISMOS QUE HIPOTECARON EL POTENCIAL REVOLUCIONARIO DEL PUEBLO CON ACUERDOS "TÁCTICOS" QUE SE REDUJERON AL FAMOSO "NO HASTA VENCER". CON EL MISMO ARGUMENTO DE LOS COMITES DE UNIDAD POPULAR (CUP), COMO GÉRMENES DE CONSTRUCCIÓN DE FUERZA POPULAR. NADA PASÓ CON EL "NO HASTA VENCER"...COMO NADA PASÓ CON LOS "COMITÉS JUNTOS PODEMOS". SIEMPRE ORGANIZANDO AL PUEBLO DESDE ARRIBA, CON PREEMINENCIA DEL PARTIDO PARA OBJETIVOS ABIERTAMENTE ELECTORALES. EN LUGAR DE POTENCIAR ORGANIZACIONES DE BASE DEL PUEBLO QUE PUEDAN SER PERSISTENTES EN LA LUCHA CONTRA EL BLOQUE DE PODER.

NUESTRA CRÍTICA HACIA EL PARTIDO COMUNISTA PASA POR HACERLES VER QUE REPITIENDO ESOS ERRORES NO SÓLO NO SE CONTRUYE PODER POPULAR, SE FAVORECE LA DEMAGOGIA ELECTORERA Y QUIEN PIERDE ES EL PUEBLO. Y, CUANDO HABLAMOS DEL PUEBLO, NO NOS REFERIMOS SÓLO A LOS TRABAJADOR@S ORGANIZADOS EN LA CUT, NOS REFERIMOS A TODOS LOS TIPOS DE TRABAJADOR@S, A L@S POBLADORES O POBLADORAS, ESTUDIANTES (SECUNDARIOS, TÉCNICOS Y UNIVERSITARIOS), LAS MINORÍAS SEXUALES K VEAN EN LA SOCIEDAD DE CONSUMO UNA SOCIEDAD QUE DISCRIMINA, LOS ECOLOGISTAS K VEN EN EL CAPITALISMO UN MODO DE PRODUCCIÓN DEPREDADOR, ETC.. TODAS ESAS EXPRESIONES PARCIALES SE ARTICULAN EN UN PUÑO DIVERSO, ACTIVO, PERSISTENTE, CREATIVO EN SU LUCHA EN TODOS LOS FRENTES. AHORA SE APROXIMAN TIEMPOS ELECTOREROS. HABRÁ PROMESAS, HABRÁ MUCHOS COMITÉS Y LA PREGUNTA DE FONDO ES: PARA K, POR K, A KIENES SIRVEN EN SENTIDO ESTRATÉGICO. NO SE TRATA DE RECHAZAR MECÁNICAMENTE LOS PROCEDIMIENTOS ELECTORALES, SE TRATA DE CUESTIONAR LA RITUALIDAD CUANDO LOS FINES SON OTROS, CUANDO SÓLO FORTALECE AL BLOKE DE PODER.

( 16 Febrero del 2008)

ALEX LEMUN Y MATIAS CATRILEO: MARTIRES DE LA CAUSA MAPUCHE


Mi querido pueblo, a cada uno de mis queridos lamuen; a las madres de Matías y Alex:Quiero expresarles mi más profundo pesar por la muerte del Weichafe Matías Catrileo Quezada. Nuestro lamuen nos entregó la generosidad de su juventud y de cada una de sus virtudes, las que no dudó en poner al servicio de su pueblo. Hoy es un día de luto, no sólo para el pueblo Mapuche, sino que para todos los pueblos que buscan cortar las cadenas opresoras del sistema económico inmoral e inhumano; el que nos somete, el que nos empobrece y el que nos explota.


Matías, al igual que Alex Lemun, a los cuales conocí, son el ejemplo del cual nuestro pueblo se debe volver a nutrir, se debe volver a levantar y se debe volver a defender. Cada uno somos responsables del futuro de la lucha de nuestro pueblo, somos quienes han ayudado a recobrar la esperanza de un futuro mejor para nuestros jóvenes y niños. Cada preso político Mapuche da testimonio a diario de que esta lucha no es de unos pocos, sino de todos; y que la misma tierra ha recobrado la vida de uno de los que parió. Gracias lamuen Matías Catrileo, gracias lamuen Alex Lemun. Su lucha es ejemplo de valor y lealtad con la tierra y con su gente.


Desde el hospital de Angol Patricia Troncoso Robles Presa política Mapuche A 86 días en huelga de hambre, que no afloja frente al huinca invasor. WEWAIN PU LAMUEN Mientras colihues hayan, colihues nacerán Si uno cae, 10 se levantarán MARICHIWEW Angol, 4 de enero de 2008, 14:00 horas

(domingo 6 de enero de 2008)